ADIDE comenzó a fraguarse con la promulgación de la Ley 30/1984, de 2 de agosto, de medidas para la reforma de la Función Pública, que definía una nueva manera de acceder a la inspección de educación mediante el ejercicio de la función inspectora, pero sin la pertenencia a un Cuerpo de Inspección. Se conformaba así, una nueva inspección en la que su ejercicio era provisional, con una fecha de caducidad de 6 años como máximo, tras la cual necesariamente se tenía que reingresar en la función docente, a la vez que se suprimían los cuerpos de inspección existentes hasta ese momento y se integraba a sus miembros en un nuevo cuerpo a extinguir, el CISAE.
A partir de ese momento, comenzó un sistema de acceso a la inspección mediante concurso de méritos, el conocimiento de los aspectos relevantes de la inspección, la normativa por la que se rige y la visión europea y sobre temas relevantes del sistema educativo. Contemplaba un curso selectivo de formación centralizado en Madrid y una fase de prácticas realizada en la capital. El nombramiento de inspector/a era por un periodo de tres años, tras el cual se realizaba una evaluación sobre el trabajo realizado y se requería la superación de un curso de formación. Una vez superados estos requisitos se daba paso a una segunda fase de otros tres años, tras los cuales era preceptivo abandonar la inspección para incorporarse a la docencia de nuevo. La primera promoción con este nuevo modelo se convocó en abril de 1986 y la última convocatoria realizada en junio de 1993 (aunque se resolvió en abril del año siguiente para comenzar el curso 1994-95).
A medida que las distintas promociones se fueron incorporando a los servicios, se comenzaron a hacer visibles los problemas que este sistema generaba y pronto se abrió un debate para tratar de corregir todas sus limitaciones, que frenaban el desarrollo de la inspección, y la calidad del servicio que ofrecía a la comunidad educativa. Los inspectores e inspectoras que habían accedido con este nuevo modelo, necesitaron organizar el debate que se suscitaba continuamente, además de ir conformando una estructura que permitiera canalizar sus propuestas y elevarlas a los centros de decisión del Ministerio de Educación. Esta necesidad de organizarse con una sola voz y poder incidir en la modificación y mejora de nuestras condiciones de trabajo, fue realmente el germen de la creación de ADIDE.
Los procesos de cambio que se estaban operando en los años ochenta tuvieron una gran relevancia en estos momentos de debate y modelación de la inspección de educación. La creación de los CEPs., experimentación de nuevas enseñanzas en determinados centros educativos, elaboración de materiales curriculares, etc., estaban anticipando un nuevo modelo curricular que se concretó en la Ley Orgánica 1/1990, de 3 de octubre, de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE).
El sistema de acceso, que no dejaba contento a nadie, se modificó por la fuerza de los hechos, venciendo la desconfianza inicial de los responsables de Ministerio de Educación hacia la inspección, mediante la Ley 23/1988, de 28 de julio, de Modificación de la Ley de Medidas para la Reforma de la Función Pública.
Además, se refuerza más la posición de los inspectores e inspectora, para la ejercer las tareas de supervisión que demandaba la LOGSE, estableciendo por primera vez la consideración de la inspección como autoridad pública en el art. 3.2, del Real Decreto 1524/1989, de 15 de diciembre, por el que se regulan las funciones y la organización del Servicio de Inspección Técnica de Educación y se desarrolla el sistema de acceso a los puestos de trabajo de la función inspectora educativa. Seis años después, esta misma consideración de autoridad pública fue recogida por la Ley Orgánica 9/1995, de 20 de noviembre, de la Participación, la Evaluación y el Gobierno de los Centros Docentes (LOPGCE).
Asegurada la permanencia en la función inspectora, se abre una nueva etapa que permite contemplar la problemática de inspección a medio y largo plazo, y se comienza a trabajar en la creación de una plataforma desde la que incidir para resolver los problemas planteados. Se optó por crear una asociación y no un sindicato porque no se quería disgregar efectivos, se pensaba que para tener éxito era necesario tener la fuerza de un colectivo amplio, y en ese momento buena parte de los inspectores e inspectoras ya pertenecían a los distintos sindicatos existentes en el ámbito de la enseñanza.
El 22 de febrero de 1991, se celebró la Asamblea Constituyente de la Asociación de Inspectores de Educación (ADIDE), en el Instituto de Formación Profesional “Juan de la Cierva” de Madrid, donde se eligió al primer presidente, Juan López Martínez, Inspector de Educación de Madrid. Nacía con 240 miembros y comenzó siendo una única organización, si bien por imperativo de la Ley de Asociaciones, y la organización en Comunidades Autónomas, se fue convirtiendo en una organización federal.
En Castilla La Mancha, el 9 de enero de 1992, tres inspectores del Servicio de Inspección de Albacete presentaron en el gobierno civil de esta ciudad la solicitud de aprobación y los estatutos para la legalización y registro de ADIDE-CLM. Días después, el 20 de enero, 25 inspectores e inspectoras de las distintas provincias de la región se reunieron en el albergue Alonso Quijano de las Lagunas de Ruidera, para celebrar la Asamblea Constituyente de ADIDE-CLM, en la que elegimos a los miembros de la primera junta directiva, discutimos y aprobaron la modificación de los estatutos que formalmente se habían presentado para la legalización la asociación, así como la ponencia programática y de estrategia en la que se definía la identidad, objetivos y plan de actuación, que marcaría el camino de la asociación durante ese primer año.
El año 1992 fue muy intenso para todos los miembros de inspección, pues se estaba produciendo el muy ambicioso cambio educativo de la mano de la recientemente promulgada Ley Orgánica 1/1990, de 3 de octubre, de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE). La Ley se estaba implantando con una actuación muy destacada de la inspección de educación y a la vez que los miembros de ADIDE-CLM estaban construyendo su propio espacio de encuentro y reivindicación, la asociación. La simultaneidad de ambos procesos obligó a invertir una extraordinaria cantidad de energía e ilusión.
A finales de este año 1992, el día 10 de octubre, Pedro Gómez Mora, presidente de ADIDE-CLM, fue elegido presidente de ADIDE estatal, en una asamblea celebrada en Madrid por 240 votos a favor, de los 272 emitidos, lo que dice mucho del empuje de nuestra asociación en toda la federación.
A lo largo de ese primer año se estudiaron las reivindicaciones que finalmente se presentaron al Ministerio de Educación y Ciencia. En la reunión del 27-10-1992, de la Junta Directiva de ADIDE-CLM se recogen las mejoras que se proponían, tanto retributivas (realizada la comparación con los complementos que percibían los cargos directivos de los centros públicos), como de compensación por dietas y locomoción ajustadas a la realidad de los precios en ese momento, así como la revisión de los horarios de trabajo para acomodarlos al ejercicio de nuestras funciones.
Durante estos primeros años ADIDE -CLM tuvo que hacer frente a retos muy difíciles, entre los que estaba la consolidación de un colectivo unido desde el que incidir en la creación de un cuerpo único de inspección. Para ello, era necesario que todos los inspectores e inspectoras gozaran de las mismas condiciones de trabajo, independientemente del cuerpo desde el que se había accedido, por cuanto la exigencia de titulación para todos era la misma, se había hecho mediante el mismo sistema de acceso, se desempeñaban las mismas tareas y se asumía idéntica responsabilidad. Para ello se demandó el reconocimiento de Grupo A para todo el colectivo de acceso. Paralelamente hubo que hacer frente a la situación generada por el recurso que interpuso ANPE, al que posteriormente se adhirió USITE (Unión Sindical de Inspectores Técnicos de Educación), contra las normas que regularon la convocatoria y nombramiento de los inspectores e inspectoras que conformaron la tercera promoción, la de 1989.
Y en ese mismo periodo, ADIDE organizó dos congresos seguidos en el tiempo. El I Congreso Estatal se celebró en mayo de 1992, en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (Madrid), con el tema: “La Educación Española y la Unión Europea: Aportaciones de la Inspección Educativa. El II Congreso Estatal se celebró en Alicante, entre el 19 y 22 de octubre de 1993, con el tema “Evaluación y Calidad de la Educación”, ya con Pedro Gómez Mora, Inspector de Educación de Albacete, como presidente de ADIDE estatal.
Todo ello va sumando victorias de ADIDE, que, gracias al esfuerzo profesional y personal de quienes la integraban entonces, llega consolidada a la promulgación de la Ley Orgánica 9/1995, de 20 de noviembre, de la Participación, la Evaluación y el Gobierno de los Centros Docentes (LOPGCE), por la que se vuelve a crear en su art. 37,1 el Cuerpo de Inspectores de Educación (CIE). Es el Cuerpo de Inspectores e Inspectoras de Educación que tenemos en este momento.
Desde el primer momento ADIDE, solicitó que se desarrollara normativamente el recientemente creado CIE, tanto en su armazón administrativo como en las condiciones de trabajo para ejercer la inspección. La Ley lo definía como cuerpo docente, por lo que se solicitaba que se retribuyera a los inspectores e inspectoras el complemento por formación, los sexenios.
Ante la negativa del MEC, ADIDE, emprende un recurso contencioso-administrativo, en un momento en el que la prensa anunciaba que las transferencias en educación para Castilla-La Mancha se esperaban en la primavera de 1998. Se pensaba en ese momento que, si las transferencias se producían a las distintas CCAA que restaban por asumir las transferencias educativas, reivindicaciones como esta podían complicarse extraordinariamente, al tener que tratar en este caso con diferentes interlocutores, dependiendo de cada Comunidad Autónoma.
ADIDE-CLM decide que no se puede esperar más, y convoca al colectivo de inspección de nuestra región a una huelga para el día 1 de diciembre de 1997, solicitando la regulación del cuerpo de inspección y la retribución de los sexenios. Fue seguida por un 82% del colectivo en nuestra región. Visto el éxito de la misma, ADIDE estatal convocó huelga en todo el territorio del MEC dos semanas después, el 15 de diciembre, que fue seguida en 7 de las 10 regiones que lo componían entonces, a las que hay que sumar a Extremadura y a Castilla-La Mancha que habían sido pioneras en su realización. Así fue como se produjo la primera huelga del colectivo de inspección en sus 150 años de historia.
Tras estas jornadas de reivindicación, finalmente el MEC se vio forzado a atender las peticiones de ADIDE, y poco después de la última jornada de huelga el gobierno reconoció el derecho a percibir los sexenios, de modo que desde ese momento los inspectores e inspectoras recibieron el mismo trato que el resto de cuerpos docentes. Sin embargo, no todo estaba resuelto, porque además se solicitaba que se retribuyeran los atrasos correspondientes desde el momento en el que se acordaron los sexenios, tal y como los habían percibido el resto de cuerpos docentes. Nuevamente ADIDE, consiguió mediante sentencia judicial el cobro de esos atrasos.
ADIDE CLM estaba también colaborando desde 1996 para que las transferencias en educación a Castilla-La Mancha, se produjeran en las mejores condiciones posibles. Se producen en el año 2000 y se abre con ello una nueva etapa, también para la asociación que integraba entonces a la inmensa mayoría de los miembros de la inspección de nuestra Comunidad Autónoma. Tanto en los niveles regionales como al frente de las jefaturas de servicio provinciales se sitúan miembros de ADIDE.
ADIDE planteó una tabla de mejoras salariales y de condiciones de trabajo, y todas ellas se fueron logrando con el trabajo serio de los compañeros que estaban al frente de ADIDE CLM. Entre ellas la mejora en las cuantías para locomoción, la posibilidad de usar vehículos oficiales con conductor, la actualización del horario de trabajo, el reconocimiento del tiempo de formación y actualización permanente y la organización de los periodos vacacionales, entre otros.
Paralelamente desde ADIDE-CLM se intervino en la elaboración de los Decretos de organización de la inspección, siendo el primero el Decreto 133/2000 de 12 de septiembre de ordenación de la Inspección de Educación en la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha. Se comenzó también a diseñar la composición de las plantillas de los distintos servicios y se convocó el primer concurso-oposición de la Consejería de Educación para el cuerpo de inspectores de educación, proceso selectivo que se resolvió en el año 2003 (para comenzar el curso 2003-04).
Se inicia un periodo de calma productiva a medida que la gestión autonómica de la educación gana en estabilidad y se va conformando el modelo educativo de Castilla La Mancha. Se define también el modelo de función Inspectora sde nuestra comunidad y ADIDE participa en ello. El año 2008 es significativo la regulación de la inspección. El 29 de febrero el DOCM publica el Decreto 34/2008, de 26 de febrero, por el que se establece la ordenación de la Inspección de Educación en Castilla La Mancha y poco más de un mes después, la orden que lo desarrolla. Ese mismo año vuelve a convocarse un proceso selectivo para el acceso al Cuerpo de inspectores, y se repetirá con relativa periodicidad (2008, 2013 y 2018).
En el 2010, se celebró en Toledo el XI Congreso Estatal de ADIDE Federación, con un notable éxito de asistencia, dirigiendo nuestra mirada hacia el horizonte educativo de Europa 2020.
En otro orden de cosas, como no podía ser de otra manera, nuestro trabajo como inspectores también sufrió los efectos de la crisis económica. Los ajuste derivados de la aplicación de una normativa restrictiva (Ley 1/2012, así como la de la Ley 6/2012 o el Real Decreto Ley 14/2012), supone en la práctica la ampliación de ratios y horario en la docencia y, en la Inspección Educativa de nuestra región, la reducción de efectivos en las distintas provincias, por debajo de las plantillas oficiales, así como la no autorización de la prolongación de servicios a compañeros con más de 65 años, que deseaban permanecer en activo.
En los últimos cursos, en un proceso gradual, se ha conseguido que los cupos de inspectores se correspondan con la plantilla oficial en todos los Servicios provinciales. Quedaría el reto de ajustarlos a las necesidades actuales. Y en ello sigue ADIDE CLM, trabajando por conseguir una mejor Inspección de Educación al servicio de un cada vez mejor sistema educativo, para todos y todas, en Castilla La Mancha.