Si me preguntaran qué demando de la Inspección Educativa, no sabría qué contestar, o sí, tal vez, revisaría el artículo 151 de la LOE. Y demandaría que profundizaran en él y se evaluaran, una palabra clave y de moda, principalmente en los últimos años en Educación, y, sobre todo, en su trabajo, de cara al docente.
Si me preguntaran qué demando al Inspector del centro donde trabajo, se me ocurren tantas palabras: realidad, equidad, inclusión, asesoramiento, diálogo, calidad, mejora, coevaluación, trabajo en equipo, etc, etc.
El problema que encuentro es cuando a un Inspector o Inspectora se ha olvidado de la realidad de las aulas. Se ha olvidado de que existen muchos docentes con muchas ganas de afrontar esa realidad con todas las herramientas que disponen, y que ustedes, inspectores e inspectoras, la difuminan con documentos y burocracia.
El problema que encuentro es que la única herramienta que parece tener un Inspector o Inspectora cuando entra a un aula sea una cantidad de ítems agarrados de la mano, sin saber transcribirlos en la esencia de la calidad educativa, y que se le olvide algo tan básico como es dar los buenos días a un grupo de chavales, observar el trabajo y la inclusión dentro del aula de un síndrome de down, o de niños o niñas que tienen más conocimientos sobre la materia que el resto, y no ver el material que utilizan para que ese aula sea una, dentro de la diversidad.
Eso es lo que demando de un Inspector y de una Inspectora, que cuando pise mi aula, cumpla con su trabajo , con ítems y burocracia también, pero, principalmente, con las herramientas de la observación, de la cercanía, del diálogo, del interés por el trabajo de cualquier docente, de sus conocimientos cuando vivieron en sus aulas, de su entendimiento desde esa perspectiva que se ve desde la silla de mi aula, no “como si no estuviéramos”, no perdonen, sí están, y por tanto, era el momento de ofrecer una Inspección por y para nuestros alumnos y alumnas.
Por favor, demando que la antigua escuela clasista de Inspección se acabe, que cada uno tiene su trabajo, con el máximo respeto, que el Inspector o Inspectora no puede seguir siendo el ser temible quien te hace temblar las piernas cuando estás realizando tu trabajo día tras día, con ese entusiasmo que aún existe en muchos docentes.
Señores Inspectores, cumplimos con los mínimos documentos, claro que sí, pero sobre todo cumplimos y vivimos para hacer personas, que puedan el día de mañana auto realizarse, independientemente de sus circunstancias actuales, económicas, emocionales, personales. Luchamos para que en nuestras aulas y en nuestros centros se eduque en la igualdad, independientemente de sexo, diferencia o discapacidad.
Finalmente, demando seguir creyendo en ese órgano público cuya finalidad es el derecho a la educación. Por favor, Inspectores e Inspectoras, ayúdenos a que la educación sea el derecho, que independientemente del partido político que haya, siga protegiendo a los ciudadanos. Demando su trabajo y no la duda sobre mi trabajo y la de los demás docentes.
¡Cuánto demando y que fácil es saber de lo que hablo! ¿verdad, docentes?, ¿verdad
Inspectores?
EGMR.- (Ciudad Real)
Excelente aportación, creo que siempre he tenido en cuenta, y seguiré haciéndolo, lo que demanda EGMR
Gracias por la intervención,